martes, 10 de marzo de 2009

Andamiajes, ecologistas y otras vicisitudes

En plena efervescencia sobre los procesos de construcción de la memoria de investigación del máster en el que me veo enfrascado, quisiera hacer un alto en el camino y reflexionar un poquito acerca de algunos conceptos que parece ser que cada vez adoptan más importancia en el mundo del aprendizaje de lenguas.

Desde hace unas semanas estoy dándole vueltas a una manera de entender la lengua más que interesante: la ecología lingüística. Ya desde los años 50 y, sobre todo a partir de la obra de Heugen (1972), The ecology of language, se empezó a entender los fenómenos lingúísticos desde una ótpica que interrelaciona el ambiente en el que sitúa un hablante con el hablante y su capacidad lingüística en cuestión. La idea de 'ecología', cuyos orígenes la entienden como la interrelación entre un organismo y el ambiente que lo rodea, desde hace unos años ha tenido un especial relevancia, a partir de, por ejemplo, la publicación de Language acquisition and language socialization. Ecological perspectives (Kramsch, C. (ed.) 2002) o The ecology and semiotics of language learning. A sociocultural perspective (Van Lier, 2004). Lo más interesante de todo esto es que la perspectiva ecológica en la enseñanza de lenguas viene dada, como decíamos, por una interrelación entre contexto y aprendiente, aunando, de esta manera, la dicotomía entre interaccionistas y cognitivistas (por cierto, que tal dicotomía no son polos opuestos, sino un continuum en el que se sitúan las propuestas teóricas sobre la adquisición que han ido apareciendo a lo largo de los últimos años: Hipótesis del Input Comprensible, Hipótesis de la Interacción, Hipótesis del 'noticing' -darse cuenta- y muchas otras).

Ahora bien, lo más interesante de todo esto es que las propuestas ecológicas sobre aprendizaje de lenguas tienen una muy estrecha relación las ideas que, en su día, propuso Vygotsky para entender las conductas humanas. Según los segidores del psicólogo -creo que ruso- el conocimiento lingüístico surgía en los individuos a partir de la construcción de significado en unn proceso de negociación del mismo, lo que se entiende por proceso de 'andamiaje'.

Creo que hay mucho que discutir en todo esto. Nosotros, como organismos que somos, estamos en conínua interrelación con todo lo que nos envuelve y está claro que el famoso refrán "dime con quien andas y te diré quien eres" explicita de manera popular la idea de interrelación entre organismo y contexto. A raíz de todo esto, podríamos decir "dime con quien hablas y te diré qué dices" (esta mañana me ha llegado la información de una publicación que reza de manera muy similar: Dime cómo ironizas y te diré quien eres. Una aproximación pragmática a la ironía, de Ruiz, L. A.; Padilla, X (eds.); sin duda un libro sugerente y atractivo).

Por otra parte, la afirmación de que nosotros no nos hacemos, sino que nos hacen, en cierta medida tiene su justificación en el aprendizaje de lenguas, al menos en contextos formales. El contexto de centro en el que sitúe el aprendizaje, el aula, los compañeros, el ambiente, etc. determinarán extremadamente el fenómeno de la adquisición. es por esta razón que, en cuestiones investigativas, se debería abordar el trabajo desde un punto de vista cualitativo y etnometodológico. El análisis de cualquier tipo de datos no debe extrapolarse fuera de contexto ni realizarse de manera experimental en laboratorios, tal y como se ha realizado en muchas ocasiones para comprobar diversas hipótesis sobre la adquisición de segundas lenguas.

Ahora bien, ¿se puede comprobar en la producción de nuestros estudiantes cómo llevar a cabo procesos de construcción de conocimiento desde un punto de vista sociocultural? Desde mi punto de vista, el problema radica en la tipología de tarea en la que estén enfrascados. Está claro que una actividad tipo drill, por ejemplo, no permite ningún tipo de negociación. Lo que pasa es que en el conocimiento en la vida real (adquisición de la lengua materna por parte de los niños y de segundas lenguas en un ambiente naturalístico) sí que se establece una determianda conducta que se entiende por sociocultural, sin embargo, me da la sensación de que materiales y, sobre todo, los profesores que son los llevan al aula tal material y deciden, en última instancia, cómo se desarrollará el proceso de enseñanza/aprendizaje, tienen sobre sus hombros el peso del contexto institucional: el aula. Un espacio formal de aprendizaje que en cierta medida puede parecerse al ambiente natural, pero que no lo es. Tal vez, el objetivo esté en que debería acercarse lo máximo posible respetando, sin embargo, la formalidad existente.

En cuanto al proceso investigativo, llevar a cabo un proceso reflexivo, de carácter fenomenológico y activo, debe llevarnos a la posibilidad de comprender mejor lós procesos de enseñanza/aprendizaje en los que nos vemos envueltos.

2 comentarios:

Guillermo Gómez dijo...

Jaume,
Muy interesante la reflexión que expones. Me he cruzado un par de veces con la perspectiva ecológica del aprendizaje de lenguas pero no me había parado mucho a indagar en ella. Esta noche, con un poco más de calma, me voy a volver a leer tu entrada.
Un abrazo.

jaume batlle dijo...

A mí me sorprendió gratamente esta perspectiva, es una manera de entender no solo el aprendizaje de lenguas, sino, creo, las conductas, que es por lo que Vygotsky, creo también, se interesaba más. Desde la perspectiva del aula, sin embargo, creo que queda mucho por hacer. Ya sabemos que el contexto formal que implica un centro educativo es inexorablemente diferente al aprendizaje que, todos, llevamos a cabo en nuestras vidas fuera, en la calle (por decirlo de alguna manera). No sé si este camino esta muy explorado -si alguien tiene una referencia, sería muy interesante que la compartiera-, pero me da la sensación de que si se quisiera implementar una perspectiva de carácter ecológico y sociocultural al aula -aunque, claro está, las pretensiones seguro que están ahí, al menos en lo que respecta a la teoría vygotskiana- se debería empezar por la noción de aprendiente, todavía demasiado ancorada en la metáfora dela "computadora" (input, procesamiento de información, etc.).
Continúo leyendo a Van Lier y cada vez me sorprende más... es fantástico...

Por cierto, felicidades por tu blog, te sigo con devoción. ¡¡Y por tu Athletic!!, encara que a la final ho tindreu una mica més complicat! FCB.
Un abrazo.