viernes, 20 de marzo de 2009

IX Encuentro práctico de profesores CLIC_IH Sevilla (1ª parte)

Primera sesión de la novena edición del encuentro práctico que CLIC-IH Sevilla ha organizado con notable acierto.

Una tarde distribuida en tres sesiones plenarias de diferentes características, pero las tres con su valor. En primer lugar, Beatriz Rodríguez nos ha hablado sobre diferentes propuestas de trabajo con dictados en el aula. Escaso. No solo porque algunas actividades ya son sobradamente conocidas, sino porque también otras de ellas -la gran mayoría, diría yo- carecían, en su planificación de valores explícitamente matizados en la didáctica actual como son los valores afectivos, la integridad de destrezas o, simplemente, un trabajo orientado a la acción. Es una opinión personal que emerge de mi fluidez verborrea; está disponible la crítica a mis comentarios, que tal vez se nutran demasiado de sensaciones.

Jane Arnold. Esta vez hablando de las muchas posibilidades de trabajar las imágenes mentales en el aula. Como siempre, muy práctica, acorde con los objetivos del encuentro y, sencilla y llanamente, sensacional. La interacción entre el público asistente ha sido constante y nos ha nutrido de un caudal de posibilidades accionales para el aula que no tienen desperdicio.

El trabajo con imágenes mentales, basados en otras de las especialidades de la casa, el componente afectivo, tiene efectos positivos en el aula, relacionados con la motivación, los valores positivos y la empatía. La deshinibición a la que nos hemos visto sometidos, desde el punto de vista de una cabeza pensante hecha a imagen y semejanza de las virtudes cartesianas, tal vez haya sido excesiva, pero está claro que una cierta dosis en el aula es más que beneficiosa. Algunas de las actividades son más que adecuadas para romper el hielo en el aula y como complemento a estas encorsetadas unidades didácticas que -permítanme la licencia, en otro momento me explicaré- deberíamos quemar. El uso de las actividades que se nutren de imágenes -mejor sería decir, representaciones- mentales tiene la particularidad de exigir una serie de conocimientos al alumnos. De ello se deriva que se pueden acercar a la acción de la práctica lingüística de manera adecuada, ya que en ciertos momentos la exigencia al alumno en describir una playa idílica debe venir provista de herramientas que le permitan la descripción.

Para cerrar la tarde, una demostración de que el mundo es muy grande y hay mucha gente que hace cosas más que interesantes en él.
Rubén Díaz, miembro de la asociación Zemos 98, con desparpajo y, una fuerza que, como decía Antonio Orta, es prácticamente imposible encontrar en un encuentro de profesores, nos ha hablado de una, diría yo, filosofía didáctica y metodológica, centrada en la creatividad, en el entorno de aprendizaje como fuente de conocimiento y en la educación como proceso de comunicación. Desde la especialidad de la comunicación audiovisual, Rubén ha intentado llevar al aula de ELE sus propuestas sobre conocimiento compartido a partir de actividades como, por ejemplo la que lleva el Banco Común del Conocimiento, cuyos objetivos son crear una fuente del conocimiento a partir de la acción de compartirlo, dando autonomía de aprendizaje al individuo y partir de nuevos canales de transmisión.

Desde mi punto de vista, la aplicación al aula, pese a no ser para nada especialista en ELE ha sido muy acertada, porque, sin saberlo o no, existía en su planteamiento aprendizaje cooperativo, constructivismo, y ciertas reminiscencias a teorías socioculturales. No obstante, en la creación de conocimiento y el aprendizaje cooperativo, tal vez hubiera sido mejor establecer al alumno como ejemplificador de este procesos e aprendizaje, tal y como nos muestra el proyecto que han llevado a cabo en el barrio sevillano de las 3000 viviendas y que podéis consultar en el link anterior.

Mañana más. A lo largo de los próximos días más. Y reflexiones sobre lo que cada vez me doy más cuenta, en la incitación al conocimiento está el futuro de la didáctica. no podemos continuar con los parámetros educativos en los que el profesor es la fuente y los currículos sílabos y, sobre todo, la sociedad, establecen que la creatividad del alumno, niño o quien sea, no pueda expandirse y desarrollarse. creatividad como metáfora de construcción de conocimiento compartido. Y si nos equivocamos, pues no pasa nada.

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